A quienes hemos podido acudir a la escuela, nunca se nos olvidará aquella época, aquellos años, aquellos maestros...aquellas vivencias que ¡tanto ha significado y significa en la vida que hoy llevamos!
Algunos tenemos la suerte de que esas vivencias nos acompañan, permanentemente, llegando a ser nuestra motivación en el presente y en el devenir de los años. Y...seguimos en la escuela; pero ahora con la ilusión y el afán de procurar que ellos, (los alumnos) la disfruten. Necesitamos sentir cerca de nosotros la alegría y la sonrisa de la infancia, de su existencia, porque eso...nos hace vivir sus vidas.
Necesitamos la inocencia de sus edades, para ayudarles a que se entusiasmen con el apasionante futuro de sus vidas, donde ellos deberán ser quienes lleven el timón de una sociedad más justa.
De estos, sus experiencias compartidas, en este hogar llamado " ESCUELA" nos enriquecemos y rejuvenecemos nosotros, los maestros.